EN ESTA LECCIÓN
El apóstol Pablo, un conocedor de las verdades fundamentales; entre ellas, que Jesucristo con su obra en la cruz ha dado regalos a los hombres; primeramente, la salvación, luego también la misma presencia del Espíritu Santo constituyendo esto el potencial ilimitado de la Iglesia.
Por esta razón Pablo invirtió gran parte de su tiempo en el equipamiento de sus compañeros de obra y entre ellos al joven Timoteo, a quien le exhorta: “Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos” 1 Timoteo 4:13-15.
Pablo sabe del potencial que hay en Timoteo por la gracia de Dios en Jesucristo y por esta razón lo desafía a que se mantenga enfocado en su crecimiento, para desarrollar ese potencial al punto que sea manifestado delante de toda la gente y cumpla con su asignación exitosamente.

